Como ya dije el otro día, al tener una NES japonesa (más conocida como Family Computer o Famicom) tuvimos acceso a juegos que no salieron de Japón y, por tanto, en su momento eran unos desconocidos en España. Uno de estos juegos que nos dio muchas horas de diversión fue Kid Dracula, o como nosotros lo llamábamos: "el vampirito".
¿El vampirito? Claro, había que llamarlo de alguna forma y con la portada en japonés no había forma de saber cómo se llamaba...
Lo único que sabíamos es que era de Konami (¡qué gran compañía!) y de 1990. Recordemos que, como no salió de Japón, no aparecía en las revistas españolas de la época.
En fin, el juego es un plataformas muy entretenido. A destacar que con cada fase que superabas te daban un nuevo poder que podías seleccionar en cualquier momento de la partida pulsando el botón de Select. Uno de los poderes más llamativos era el de poder transformarte en un murciélago (por tiempo limitado, unos 5 segundos), con lo que podías volar para esquivar enemigos y, sobre todo, acceder a sitios imposibles de llegar con un simple salto.
Otro elemento entretenido es que cuando superabas una fase también tenías la posibilidad de jugar a distintos juegos para ganar vidas extras.
Por supuesto, antes tenías que superar al clásico monstruo de final de fase. Como podéis ver en este par de imágenes, eran muy cachondos.
En fin, para nosotros fue y es un JUEGAZO. Le echamos muchas horas y yo diría que no ha envejecido mal. Hay algunos momentos que son geniales, como el escenario del metro y, sobre todo, la montaña rusa de la fase dos donde se aúnan la velocidad y una música trepidante (recuerdo que en algunos momentos había tantos sprites en pantalla que esta se ralentizaba).
Pero lo mejor es que lo veáis en vivo. Os dejo en este enlace un vídeo donde podréis recordar su musiquilla y rememorar este fantástico juego.
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