En 1990, Sega buscaba desesperadamente hacerse un hueco en el mercado de las videoconsolas de 16 bits con su Mega-Drive. No lo tenían fácil frente a Nintendo: la Mega-Drive no la conocía ni el tato. A pesar de los esfuerzos difamatorios de Sega (como aquel slogan de "Genesis (Mega-Drive para nosotros) does what Nintendon't" colaborando con deportistas y famosos para crear juegos, Nintendo era imbatible.
Hacía falta un héroe...
Sega necesitaba una serie de juegos y una mascota emblemáticas para competir con el Mario de Nintendo (en aquel momento acababa de salir el Super Mario Bros 3, el videojuego más vendido de la historia en aquel momento). Las conversiones de máquinas de arcade a la Mega-Drive les habían funcionado bien pero, si querían un trozo del pastel, los chicos de Sega necesitaban un personaje estrella en un juego que pudiera demostrar la potencia de la Mega-Drive.
Se convocó un concurso interno para reunir ideas para un juego emblemático que le gustase al público estadounidense. El prototipo ganador fue un juego de plataformas en el que un personaje que se movía a gran velocidad rodaba convertido en una bola por un tubo largo y sinuoso. El protagonista original se hizo a base de mezclar los rasgos de personajes populares para hacerlo más agradable para el público occidental. Cogieron a estos dos:
Y crearon a este simpático personaje cuyo poder consistía en agarrar objetos con sus orejas prensiles y tirarlos por ahí y le pusieron el poco pegadizo nombre de Mr Needlemouse.
Otro diseño de protagonista que se dejaron en el tintero fue reaprovechado como villano y asi nació el perfido doctor Ivo Robotnik "Eggman".
La primera aparición de Sonic fue en el juego de carreras Rad Mobile (1991) de Sega, cinco meses antes del lanzamiento de Sonic the Hedgehog: era un adorno que colgaba del espejo retrovisor del conductor (mirad, mirad, ahí debajo del 55) para hacerlo visible para el gran público.
Según el intermediario entre las oficinas japonesas y las estadounidenses de Sega, el personal americano opinaba que Sonic no molaba nada.
Por suerte, a alguien se le ocurrió meterlo en el pack de juegos que venían con la Mega-Drive y arrasó como un mamut puesto de cocaína en una cristalería.
El resto, como dicen, es historia.
Vaya, no conocía tantos detalles, como lo del conejo previo.
ResponderEliminarLo que sí recuerdo es una de las primeras Hobby Consolas organizando un concurso para buscar una mascota de Sega cuando Sonic ya estaba en la calle...
Yo lo vi en la Micromanía y de repente había ruido sobre si mejor Sonic o Mario en un momento en que yo a Mario lo conocía poco menos que del Donkey Kong y no tenía ni idea de quién era el otro. Ahora, después de diez mil juegos, series y películas ya saturan un poco...
EliminarA la larga diría que el fontanero le ganó la partida de sobra, pero es cierto que por aquellos tiempos hubo una bonita competencia, con alguna vuelta a favor de SEGA.
ResponderEliminarSin duda. Al final, Sonic ha acabado apareciendo en juegos de Mario y viceversa y hoy en día hay demasiadas franquicias metiendo ruido para que una de estas rivalidades llame la atención.
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