El malvado Doomdark, Rey de los Brujos, pretende conquistar el reino de Midnight gracias a sus vastos ejércitos y la hechicería de su Corona de Hielo que infunde terror en el corazón de los mortales. Los diferentes señores que gobiernan Midnight se encuentran dispersos y enfrentados entre sí, pero, por suerte, Luxor el Príncipe de la Luna ha emprendido la misión junto con sus compañeros de reunir a las mesnadas de Midnight para enfrentarse a las fuerzas del mal.
En los ochenta, Tolkien lo petaba muchísimo y es normal que le salieran imitaciones, homenajes o, como se decía entonces, copias descaradas. Con este argumento que recuerda sospechosamente al Señor de los Anillos, surgió el juego que nos ocupa hoy.
El juego, creado por Mike Singleton en 1984 empleaba una novedosa técnica para la época llamada landscaping gracias a la cual se simulaba el movimiento en primera persona de los diferentes personajes por el extenso mapeado de más de 32.000 pantallas diferentes. Ahora quizás no impresione tanto, pero estamos hablando de un juego para un ordenador de 48 k. Mirad lo que ocupa cualquier foto digital que tengáis en el móvil.
El Lords of Midnight es un juego de estrategia con elementos de
aventura (la expresión “juego de rol” estaba muy en pañales entonces) donde asumimos
el papel del príncipe Luxor y sus compañeros (su hijo Morkin, Rorthrom el Sabio
y Corlet el Feroz). Nuestra misión es derrotar al Rey de los Brujos o bien
venciendo a sus ejércitos (nada fácil porque son más y están más organizados) o
destruyendo la Corona de Hielo que le otorga su poder. Para ello, deberemos
recorrer el reino de Midnight reclutando aliados y sus ejércitos enfrentándonos
a toda clase de peligros como lobos, dragones y trolls mientras las hordas de
la oscuridad lo invaden todo.
Durante una partida controlamos a los diferentes personajes por separado.
Cada uno puede moverse por diferentes localizaciones a lo largo del día hasta
que se hace de noche para él. El tiempo transcurre de forma independiente para
cada personaje por lo que cuando cae la noche para uno puede ser de día para
otros y aún pueden hacer acciones. Estas acciones incluyen cosas como reclutar,
buscar, esconderse o luchar dependiendo de con quién nos vayamos encontrando. Algunos
personajes (como el joven Morkin) deben intentar encontrar la Corona de Hielo
para destruirla y otros (como Luxor, Rorthrom y Corlet) deberán reclutar
ejércitos y enfrentarse al enemigo de forma más directa. A medida que otros
lords se unan a nosotros, pasaremos a controlarlos permitiendo que reclutemos aún
más fuerzas para la guerra. Hay ciertas restricciones como que algunos lords
son de raza fey (muy similares a los elfos) y sólo pueden ser reclutados
y reclutar a miembros de su raza o que los lords de ciudadelas pueden reclutar
a lords de fortalezas y no al revés haciendo todo más complejo.
El juego fue un gran éxito en su día gracias a su extenso mapeado y a su rejugabilidad: se podía jugar la aventura buscando la Corona de Hielo, la campaña militar o ir a por todas como un campeón. Además, las tácticas de Doomdark cambiaban ligeramente con el juego alargando más aún su vida útil. Los programadores anunciaron que el primer jugador que se lo terminase y explicara cómo lo había hecho vería sus hazañas plasmadas en una novela que nunca se llegó a hacer: aparte de los retrasos editoriales, no había forma de probar que te habías acabado el juego (en otros juegos con concursos similares que se hicieron posteriormente se incluía algún tipo de contraseña en la pantalla final).
Un año después del Lords of Midnight vería la luz su secuela: Doomdark´s
Revenge donde Luxor debería enfrentarse a la hija de su enemigo en su reino
helado para rescatar a su hijo Morkin.
El juego, que incrementaba el tamaño del mapa y la complejidad, fue también un éxito. En esta ocasión, el primero en probar que se había terminado el juego recibiría unas figuras de los protagonistas. El ganador, un chaval de quince años por aquel entonces, tuvo que esperar catorce meses porque los programadores no se creían que nadie hubiera podido terminarse el juego tan rápido.
También hubo una tercera parte proyectada, The Eye of the Moon, que
nunca llegó a ver la luz. En esta, el protagonista sería Morkin y su novia fey
que viajarían a los reinos del sur, más cálidos, en busca de un cristal mágico capaz
de ver el futuro. Aunque el proyecto avanzó bastante, finalmente fue aparcado
por tiempo indefinido.
Yo nunca jugué al Lords of Midnight en su momento y no por falta de
ganas sino porque era un niño en una ciudad pequeña de la España ochentera sin
internet. Conocí el juego por la revista ZX donde te contaban sus maravillas,
te traían un mapa y hacían que se me cayera la baba. Por suerte, gracias a esa
preocupante tendencia de hoy en día de no dejar descansar a los muertos, el Lords
of Midnight tuvo una adaptación para Android que os podéis descargar de
manera gratuita para el móvil. Y la verdad es que está bastante bien: va suave,
los gráficos son sencillos pero vistosos, te permite guardar partida y te ahorras el
tiempo de carga. También he descubierto que hay novelas sobre el juego que salieron hace unos pocos años y que acaban de entrar en mi lista de libros chuscos para leer.
Así sea.
Vaya, no conocía esta "emulación" del Señor de los Anillos ;-)
ResponderEliminarEso me recuerda que la aventura conversacional "The hobbit" también tenemos que traerla al blog.