El malvado Doomdark, Rey de los Brujos, pretende
conquistar el reino de Midnight gracias a sus vastos ejércitos y la hechicería
de su Corona de Hielo que infunde terror en el corazón de los mortales. Los diferentes
señores que gobiernan Midnight se encuentran dispersos y enfrentados entre sí,
pero, por suerte, Luxor el Príncipe de la Luna ha emprendido la misión junto
con sus compañeros de reunir a las mesnadas de Midnight para enfrentarse a las
fuerzas del mal.
En los ochenta, Tolkien lo petaba muchísimo y es normal que le salieran
imitaciones, homenajes o, como se decía entonces, copias descaradas. Con este
argumento que recuerda sospechosamente al Señor de los Anillos, surgió el juego
que nos ocupa hoy.