Estas navidades estuve de visita en casa de mis padres y tocó la penosa labor de tirar cosas. Es triste pero es que mi mujer y yo nos tenemos que apretar en un cuarto con los trastos de cuatro generaciones de niños.
Mis viejas Micromanías, viejas y ajadas, fueron al contenedor junto con veinte kilos de libros (bricotruco: un lugar que acepta donaciones de estas cosas son las cárceles y prisiones. No vayáis de finolis y entended que los únicos que van a apreciar esos tebeos viejos son unos criminales que no pueden hacer otra cosa y que os tendrán ganas cuando salgan). En fin, es triste pero me quedé ancho (en más de un sentido).
Una cosa que no me dejan tirar son las cintas de casete y entre ellas encontré uno de nuestros primeros juegos de Spectrum:
PÁNICO EN EL EXPRESS
Como es típico de la época, la portada tenía muy poco que ver con el juego en sí: unos tipos con ropa, que tiene pinta de ser victoriana, como mínimo se pelean armados con lo que yo de crío asumía que eran "Cacharros de iglesia".
Las escuetas reglas nos ponían en situación rápidamente: estábamos en un tren fuera de control, teníamos que ir por el techo en plan película de acción para llegar a la locomotora y detenerlo. Unos individuos que nos tiraban balas (habéis leído bien: ¡no usaban pistolas! Hasta echaban la mano para atrás...) intentaban detenernos y para defendernos teníamos que capturar pájaros y lanzárselos.
La impresión de movimiento era excelente simplemente con la catenaria que subía y bajaba y el suelo debajo de las vías. El tren en sí estaba quieto y se movía según avanzábamos.
A mitad de camino entrábamos dentro del tren para conseguir llegar a la máquina y aquí podíamos colgarnos del techo para enfrentarnos a los malos.
En realidad, el "Pánico..." era un juego copiado de otro, el exitoso "Stop the Express" de Hudson Soft, aunque por aquella época ninguno tuviéramos ni idea de lo que era la piratería.
De la cinta del juego ya no quedaba ni rastro y en su lugar encontré esta, que también molaba un puñao.
No lo conocía, pero me ha pasado lo mismo que me ocurría en esa época, que tras ver la ilustración de la carátula luego el juego me decepciona :-(
ResponderEliminarEra otra mentalidad: recuerdo que entonces se hacía bastante menos ruido (que yo recuerde) si una adaptación a película no era particularmente fiel al material ori. Yo, al menos, recuerdo que pensaba "es que esto no se puede llevar al cine" y ya. Con los videojuegos, en la era del spectrum lo normal era tener expectativas bajas (no te digo, con portadas de Luis Royo y Azpiri) y disfrutar las portadas como un pequeño extra.
EliminarPero sí, aquí no tengo ni idea de lo que pasa (¿están peleando dentro del tren?).