Recuerdo la primera vez que vi la recreativa de Pit-Fighter (1990). Nos quedamos embobados. El juego no estaba muy bien, pero todavía quedaba un año para que saliese Street Fighter II (1991) y el Pit-Fighter era muy vistoso.
Para empezar porque tenía imágenes digitalizadas de personas reales, y eso en 1990 ya era muy llamativo... En segundo lugar, por su trasfondo. Y es que estamos ante un juego de peleas callejeras con bastante violencia: había sangre, el público te podía tirar un cuchillo para que apuñales a tu rival, etc.
El juego te permitía escoger tres personajes diferentes: Buzz (una especie de luchador de lucha libre), Ty (una especie de karateka) y Kato (una especie de Bruce Lee). Una novedad bastante interesante es que podían jugar varios jugadores, a la vez, contra la máquina.
Luego, cuando echabas cinco duros comprobabas que la jugabilidad no era muy buena y encima era difícil (yo creo que nunca pasé del segundo adversario).
Eso sí, el diseño de los adversarios molaba. En primer lugar tenías a un tío bastante grande con un pasamontañas, el segundo era un negro boxeador, la tercera una tía bastante agresiva, el quinto era un gigantón con cadenas en el pecho...
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El tamaño de algunos enemigos era considerable... |
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El público también aparecía digitalizado. |
Y el enemigo final, un tío que con una máscara como la que llevaban los miembros de la Legion of Doom, daba un poco de miedo...
En fin, ¿jugasteis a Pit-Fighter? ¿Tuvisteis la misma impresión?
Si queréis verlo en acción, podéis verlo en este vídeo (aquí).
Este recuerdo verlo comentado en la Micromanía y pensar que los gráficos eran la leche pero hasta ahí. Siempre me ha hecho gracia que los nombres de los personajes tiendan a tener dos o tres letras. Y el dibujo de la contraportada me suena de algo y no sé de qué.
ResponderEliminarA mí el juego me recuerda a la película Lionheart, de Van Damme, que precisamente también es de 1990.
EliminarPit-Fighter moló, a pesar de la jugabilidad. El problema que tuvo es que Street Fighter 2 llegó un año después acaparándolo todo.